De comercios, Redes Sociales y Carabanchel

Me gusta ir en autobús, voy sentado tranquilamente pensando en mis cosas, sin hacer caso a nada,  estoy solo con mis pensamientos y con las imágenes que veo a través de la ventana.
Pero no siempre es agradable.

Me encanta nuestro barrio, me gustan sus calles, sus parques, sobre todo su gente.
Pero cuando con el 35 paso por General Ricardos y recorro con la mirada los dos lados de la calle, me quedo , no se si triste seria la palabra, o desencantado, no, mas bien  preocupado, si, eso es, me quedo preocupado.

De cada 4 comercios 2 estan cerrados. Y estamos hablando de una de las calles mas transitadas de Carabanchel.  Pero no solo es que estén cerrados, sino que no se ven comercios nuevos. Y un barrio sin tiendas, comercios, pymes es un barrio sin vida.

¿Es esto culpa de la crisis?  Creo que si y no:

Si , porque la crisis (entre otras muchas cosas) ha hecho que gastemos menos.

No, porque ha habido y hay <b>muchos comerciantes que no han sabido adaptarse, ya no a la crisis, sino al presente que son hoy las redes sociales e internet.

La pregunta es la siguiente:  ¿Cuántos pequeños comercios tienen a día de hoy pagina web?¿Cuantos pequeños comercios tienen “vida” en las redes sociales?

Haced la prueba, cuando estéis paseando por el barrio, coger 4 o 5 comercios al azar y comprobar si tienen web o presencia en las redes sociales. Yo lo he hecho,  y de 5 comercios, (los 5 en la calle Muñoz Grandes) solo uno de ellos tenia web, y ninguno twiter, Facebook o cualquier otra red social.

Creo que los llamados “no nativos” de la “vida 2.0” no queremos aprender a movernos en ella, pero es necesario. Es necesario tener presencia en al menos una red social, y tener presencia no es crearse un perfil y dejarlo estar, no, tener presencia es interactuar, hablar, informar sobre tu negocio y todo ello con una web que, al menos, sirva de soporte a la red social, o viceversa.

No podemos estancarnos, un comercio no se publicita solo con el boca a boca, ya no.  Tenemos que evolucionar y adaptarnos a la nueva publicidad, que ya no es tanto publicidad sino comunicación e interacción.

Si no evolucionamos nos estancamos y morimos.

¡Así que evolucionemos!